miércoles, 11 de diciembre de 2013

Sobre mojado





Montaña arriba, la niebla ha tomado los altos celajes y ya nada puede verse. Los animales callan y todo guarda silencio. Parecen haber renunciado a su habitual salmodia. Sólo el repiqueteo de la lluvia sobre las ventanas, sobre el suelo, sobre los tejados, sobre la tierra mojada, sobre todas las cosas.

Cacharros en el jardín. Algunos botes y macetas son arrastrados por una lluvia que no cesa.

Sales a fuera para ver llover; para que el agua limpie tus heridas mientras resbala por tus ropas y tu cuerpo. Llueve sobre tu cabeza, sobre tu pecho, sobre tus manos.

Cientos de piedras desfilan por improvisados riachuelos. Hilillos de agua que descienden precipitados hasta alcanzar el cauce del barranco, montaña abajo.