jueves, 27 de agosto de 2009

la libélula


Lentos días de agosto, ya casi atrapados por la cola, a punto de esfumarse una vez más como si nada, dejándonos un sabor a extrañas frutas entre los labios.



Me llevabas a descubrir un oasis, en sueños. "Míralo" -decías- allí está". Y estaba allí, a medio camino entre el azul del cielo y el azul del mar.



Cascadas de palmeras deshechas en la boca, como un penacho de luces sobre el cielo nocturno, hermoso y fugaz a un tiempo.



Libélula naranja posada en mi jardín. Si la piensas un momento puedes ser tú la flor, el cactus, la libélula.

7 comentarios:

  1. Oye, amigo, me gustan mucho esos poemas de la libélula... y la visión del oasis. Estupendo. Un saludo.

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  2. Es verdad que el mes de agosto nos deja un sabor como a frutas exóticas. Me gustan mucho estos breves textos sobre oasis y libélulas, aunque supongo que te refieres a algo, a alguna experiencia o algo así que no acierto a adivinar. Bueno, pues eso. Gracias.

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  3. Me gustan las libélulas; también los oasis y la poesías que nos hablan de ellos... Enhorabuena por el blog y gracias por los poemas.
    Hasta otra.

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  4. ...parece un relato de otro tiempo; de adolescencia, quizás.Donde el deseo se transformaba en cualquier cosa y los oasis eran posibles. He llorado por dendro.

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  5. ...parece un relato de otro tiempo; de adolescencia, quizás. Donde el deseo se transformaba en cualquier cosa y los oasis eran posibles. He llorado por dentro.

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  6. ...parece un relato de otro tiempo; de adolescencia, quizás. Donde el deseo se transformaba en cualquier cosa y los oasis eran posibles. He llorado por dentro.

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  7. ...parece un relato de otro tiempo, de adolescencia, quizás. Donde el deseo se transformaba en cualquier cosa y los oasis eran posibles.He llorado por dentro.

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