domingo, 12 de diciembre de 2010

Elogio de la letra pequeña


Guardaba para ti, letra pequeña, mi elogio de medianoche. Mi saludo de hoy. Mi toque de cornetín. Mi arrorró más tierno.

Sólo para ti, letra pequeña, es este elogio pronunciado en voz baja; para tu andar descalzo sobre todos los papeles, para tu dulce caminar de cenicienta encantada y escurridiza que embruja la mirada de quien te lee. Sólo para ti, letra infinitesimal y peleona, mi saludo sin condiciones.

Guardaba para ti, letra pequeñita, mi más hermoso canto, mi elogio más dulce, mi cola de conejo de la suerte. Para la gracia de tu sorondongo; para la gracia de tu tajaraste con golpe de gracia.

Para ti, letra pequeña, daga del desdichado, hormigueante danza remolona, espejo en el que se miran economistas, duques altisonantes, juristas grandilocuentes y señores de barba enjuta.

3 comentarios:

  1. Menos mal que volviste con la letra pequeña... que siempre hay que mirarla, sobre todo la letra pequeña de los contratos, el banco, la hipoteca, ufff

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  2. Espejo en el que se miran, querido Isidro, y probablemente no vean nada de nada. Sí, bello elogio de la letra pequeña, como habría que hacerlo de los "hombres pequeños". Un fuerte abrazo.

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  3. Ja ja ja buen elogio ese, avant la lettre...

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