viernes, 14 de enero de 2011

Mi bicicleta y yo




Mi vieja biblicleta peugeot, made in france, sobre un altillo del garaje, junto a una escalera, una radio que ya no funciona, libros, cajas y cartones para pintar. Mi bicicleta varada en una pared, sin carretera que la peine ni asfalto, sin horizontes que recorrer, sin metas que alcanzar ni trofeos que ganar. Sólo una bicicleta.

Mi vieja bicicleta, ya casi una reliquia de otro tiempo en el que me conducía por las calles de una ciudad extranjera.

Mi bicicleta, ¿fue mía alguna vez? Mas bien pertenece a todos cuantos en ella pedalearon. ¿Y quién debió montar en ella antes de que yo la montara?



Un objeto más, inerte y vivo a un tiempo en la viveza de su inercia inanimada. O dormida tal vez, en otra época merecedora de triunfantes medallas.

Metafísica de la velocidad aún por venir, teoría de la fuerza centrífuga que la arrastra hacia espirales vertiginosas, mi bicicleta -inmóvil, detenida- fija en un tiempo sin edad sobre lo alto de una pared subterránea, sueña con recobrar la vida de cien nómadas trotamundos.

Vida ultraterrena, la de mi bicicleta peugeot en el sótano de la casa, escondida, semitapada y semiapartada del mundo de los viandantes, de los transeuntes, de los ciclistas de capa y latiguillo. Espectro de sí misma, junto a un montículo de objetos y estanterías cubiertas por telares de color azul, como en una fotografía de Ursuliak, clausurados y oprimidos.

Solía montar temprano mi bicicleta, saliendo de la Place Strasbourg y bajando por la rue Jean Jaurès en caída libre hasta alcanzar el camino de la fac. Al final de la calle, a lo lejos, las gruas del muelle, desafiantes.



Acaso fuiste, bicicleta mía, campeona de alguna heroica carrera, y ganaste, también tú, el maillot amarillo. Acaso guardas en tu estar entre las cosas no se sabe qué letanía de vítores y hazañas heroicas. Bravo, biblicleta mía, bravo.

1 comentario:

  1. Esa bicicleta, en cierto modo, se asemeja a la magdalena de Proust, pues cuando la miras te devuelve al pasado y te recuerda todos los caminos que has recorrido con ella. Hermoso y nostálgico apunte sobre un objeto cargado de memoria. Un abrazo.

    ResponderEliminar