sábado, 8 de diciembre de 2012


Los paisajes totémicos de Carlos Nicanor




Carlos Nicanor ha presentado en la galería de arte Estudio Artizar sus últimos trabajos bajo el título  Sinbiología, una exposición que da buena cuenta de la versatilidad de este artista para con el uso de distintos materiales puestos al servicio de su radical inventiva en la creación de esculturas u objetos de significado simbólico.


Más que esculturas, las obras de Carlos Nicanor son artefactos, instalaciones que quiebran los límites habituales del lenguaje escultórico. El marco natural cede el espacio al marco fuera de sí, al derrame del objeto en el espacio, indómito a la mirada, inapresable, desbordado y desbordante. Frente a las obras mostradas tanto en Sinbiología como en Antinatura -su anterior exposición- asistimos, en efecto, a la formulación de un silogismo irresoluble o a un juego del que desconocemos casi todo, del que ignoramos sus normas.



Si preguntado por un enjuto periodista local o por un transeunte cualquiera a la salida de la galería de arte Artizar tuviera que decir algo en pocas palabras -con la brevedad de un titular de periódico- sobre la obra última de Carlos Nicanor, exclamaría, con ojos decididamente paranoicos: "Carlos Nicanor se sale, absolutamente".


Eros sale a jugar en las obras de Carlos Nicanor con la perversa inocencia de un niño impenitente, incorregible en su caprichoso estado de gracia.


Todo parece indicar que existe en la obra de Carlos Nicanor un continuado proceso de experimentación con texturas diversas. En la instalación realizada con cota de malla y goma "Narico" (2010); en el cuadro con nariz de elefante, "Trunk" (2011); o en las más recientes "Pica I" y "Pica II", construidas con láminas de madera; Carlos Nicanor ha llegado muy lejos en la construcción de un lenguaje que vuelve una y otra vez sobre la indagación de extrañas epidermis que convierten a sus creaciones en artilugios totalmente imprevisibles, auténticos dardos para el ojo. 




Carlos Nicanor, con su escafandra de buceador experto, hablando su propio lenguaje; tocando, cual narciso, la sola tecla de su piano-escultura.


La obra de Carlos Nicanor se nutre del lirismo salvaje de la imagen subversiva. Hay algo perverso en sus piezas últimas, en sus últimos paisajes totémicos; algo así como una tentativa del ojo por reventar en las cimas del vértigo, como quien asoma la mirada a los desfiladeros desde lo alto del nido de un cóndor.


http://www.youtube.com/watch?v=V6gv8t0TuCc

[Imagen nº 1: Imagen de la exposición Sinbiología en la galería Artizar]
[Imagen nº 2: "Trunk" (2011), perteneciente a la exposición Antinatura]
[Imagen nº 3: Carlos Nicanor junto a algunas de sus obras en la galería Artizar]
natura” de Carlos Nicanor. Con una gran acogida para los nuevos trabajos

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