sábado, 2 de febrero de 2019



"En Oramas -lo hemos dicho en otra ocasión-, todo está en un interminable mediodía del ojo. En esta pintura, la luz no ciega: talla. Al hacerlo, esta realidad iluminada parece reenviar esa luz a otro lugar, mediante un sutil proceso de selección y reducción de datos, una estructuración de rara economía y equilibrio. Esa luz nos parece iluminante porque, a través de la operación pictórica, las imágenes no se limitan a recibir la luz, sino que al mismo tiempo la conducen hasta otro tiempo, un tiempo suspendido. El instante se eterniza. El acto de seleccionar, reducir, equilibrar, ordenar -esencial en esta pintura-, constituye en sí mismo un acto creador, una operación iluminadora, dadora de luz".

[Andrés Sánchez Robayna. Fragmento extraído del libro Jorge Oramas o el tiempo suspendido, Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2018].



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