sábado, 29 de marzo de 2025


ARRAS

FUIMOS AL CEMENTARIO a despedirte
Era una tarde de amplísimos celajes

Tú no estabas ya allí
y sin embargo
te sentíamos ser entre las cosas
no entre los muros las tumbas los dragos
los cipreses del camposanto
sino aferrado a las arras
de los que te lloramos
lo mismo que una llama inextinguible

Fuimos al cementerio a despedirte
Era una tarde de amplísimos celajes

Llevabas la camisa blanca
y una rosa marchita al fin te coronaba
príncipe y señor entre el vacío
dueño de la flor sin nombre 
que a todos ofrecías
en tu silente reposo 
aferrada a las manos
de los que allí te aguardaban

Fuimos al cementerio a despedirte
Era una tarde de amplísimos celajes


                          [A la memoria de Andrés Sánchez Robayna]




No hay comentarios:

Publicar un comentario